Qué es el Cáncer infantil

El cáncer es actualmente un grupo de enfermedades, cada una de ellas con su propio nombre, tratamiento y pronóstico.

Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo tienen estrechamente regulados algunos aspectos como el crecimiento, la interacción con otras células y su ciclo vital. El cáncer ocurre cuando un tipo determinado de células pierde estos mecanismos de control normales y empieza a crecer de una manera que el cuerpo ya no puede regular.

Los distintos tipos de cánceres tienen signos, síntomas, tratamientos y pronósticos diferentes, dependiendo del tipo de células implicadas y del grado de crecimiento celular incontrolado de éstas.

Los niños pueden tener cáncer en las mismas partes del cuerpo que los adultos, pero existen diferencias; pueden ocurrir repentinamente, sin síntomas precoces. Además el índice de curación es más elevado, alrededor del 75%.

Tipos de Cáncer

Es la forma de cáncer más frecuente en los niños, uno de cada tres niños con cáncer tiene leucemia. Es una enfermedad de la sangre producida por la proliferación incontrolada de unas células que se denominan “blastos” y que se encuentran en la médula ósea.

  • Leucemia Linfoblástica aguda (L.L.A): Es la leucemia más común en edad infantil, entre los 2 y 8 años, aunque aparece también en otras edades.
  • Leucemia mieloide aguda: normalmente en adultos aunque también en la infancia y adolescencia
  • Leucemia mieloide crónica: poco frecuente en pediatría.

Los linfomas son los cánceres de los ganglios linfáticos, por lo tanto pueden darse en cualquier parte del cuerpo; en ganglios linfáticos periféricos y en órganos (bazo, timo, amígdala). Su diagnóstico se realiza exclusivamente mediante biopsia.
Los linfomas pueden dividirse en: Linfomas Hodgkin y no Hodgkin.

  • Linfoma Hodgkin que afecta a ganglios linfáticos periféricos y se suele manifestar con el aumento de tamaño y consistencia de un ganglio linfático. Es más frecuente a partir de los 10 años.
  • Linfoma no Hodgkin suelen darse más en los órganos linfoides (timo, amígdala, intestino), afectan en general a niños más pequeños y su localización más frecuente es el abdomen.

Los tumores cerebrales son clasificados según el tipo de tejido en el que se desarrollan (astrocitomas, meduloblastomas, ependinomas, tumores germinales, etc.). Son los tumores sólidos más frecuentes de la infancia (20-25%) y normalmente entre los 5–10 años, aunque se puede dar en cualquier edad.

Es un tumor derivado de unas células del sistema nervioso simpático, su localización más frecuente es la abdominal a nivel de la glándula suprarrenal (localizada bilateralmente sobre los riñones). Es un tumor infrecuente a partir de los 5 años. Los signos y síntomas más frecuentes son el aumento del abdomen, el dolor abdominal y la diarrea. Se suele diagnosticar por palpación y ecografía o TAC abdominal aunque el diagnóstico de certeza se realiza mediante biopsia de tumoración.

Es un tumor que se origina en las células de los riñones. Generalmente se da en niños pequeños y en ocasiones puede ser bilateral. Los síntomas más frecuentes son el aumento del volumen o dolor abdominal o la palpación del tumor, fiebre, pérdida de apetito. Se diagnostica por ecografía o TAC abdominal y el diagnóstico de certeza se realiza en la intervención quirúrgica.

Es un raro cáncer del ojo, que puede ser hereditario en un tercio de los casos. Suele darse en niños muy pequeños y el diagnóstico en muchos casos lo realiza el oftalmólogo. La actuación terapéutica dependerá de las características del tumor, en cualquier caso se intenta preservar la visión del ojo dañado.

Es el sarcoma de los tejidos blandos, los tejidos musculares, graso y de soporte del organismo, pueden existir muchas variedades, pero aproximadamente en el 75% de los casos en los niños se produce un rabdomiosarcoma (tumor de células musculares). A pesar de que puede darse en cualquier lugar de este tejido, generalmente se encuentra en la cabeza y el cuello, en el tracto genito-urinario o en las extremidades.

Es más frecuente en niños entre los 2 y los 6 años. Los síntomas van a depender de la localización así que el diagnóstico definitivo se realiza mediante biopsia.

El osteosarcoma es el cáncer óseo más frecuente en la adolescencia, se da más entre los 10 y los 25 años. Los huesos más afectados son los huesos largos de las extremidades (fémur, tibia y húmero). Los síntomas son la aparición de un tumor duro y el dolor. Se diagnostica mediante la realización de radiografías y RNM de la extremidad, el diagnóstico de confirmación requiere la realización de biopsia.

El sarcoma de Ewing se puede dar a cualquier edad, afecta tanto a los huesos largos como a los planos. Se disemina frecuentemente a los pulmones y otros huesos. El cuadro clínico más frecuente es dolor y tumoración, en niños pequeños puede dar sintomatología general, fiebre, sudoración, etc. Se diagnostica con radiología simple y RNM pero requiere biopsia.

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